lunes, 23 de noviembre de 2009

Los cuentos del Tarot


Una tarde de domingo de 1995 vi sobre una mesa un mazo de cartas de tarot que había quedado junto a mi cuaderno luego de responder algunas preguntas o dictaminar un destino. Admito mi escepticismo sobre la idoneidad de las barajas para tales menesteres.

Di vuelta una carta, al azar: salió "Le Pendu", y en verdad, yo por esos días sentía la asfixia del ahorcado, así que escribí lo primero que me vino a la mente a la vista de ese naipe. Salió un cuento breve. Repetí la operación: descubrí "La Justice" e inmediatamente le compuse otro cuento.

Al mes retomé la faena, siempre respetando la espontaneidad de la primera inspiración a la vista del naipe. Esa fue la única regla, escrupulosamente cumplida: debía escribir sobre la primera idea que viniera a la mente al ver la figura del arcano. O su título. Si no venía una idea de inmediato -porque eso ocurrió varias veces- entonces, dejaba flotando en mi cabeza el arcano y cuando venia algo lo escribía. Pero no le hacía trampas al tarot, cambiando el naipe o extrayendo otro y dejando para después el pendiente. No continuaba con otro naipe hasta no escribir sobre el anterior extraído.

Obvio es decir que con tales reglas no todo lo que está escrito me satisface, y aún lo que alguna vez me ha satisfecho puede no resultarme grato hoy o mañana. Pero descubro con placer que algunos pocos relatos están logrados. En este ejercicio, se ha antepuesto la forma al fondo. Con la conciencia de las limitaciones de tal proceder. Es como si nos propusiéramos pintar un cuadro sólo con el color verde, o sin utilizar líneas rectas. Quizás salga una pintura notable, quizás llenemos telas con mamarrachos. Algo así puede ocurrir con estos relatos o poesías; pero, como ven, los caminos de la creación literaria son vastos y descansan aún en la pequeñez de un mazo de naipes olvidado sobre una mesa. De todos modos, no aliento una estética -en ningún arte- fundada en el culto a las formas: en el teatro esto es más notable y, por difundido, penoso.

Hacia 2001 escribí el último relato, completando así los veintidós arcanos mayores del tarot. Han sido publicados hasta ahora solo dos en la web (véanse sus enlaces a la derecha): L´Empereur y Le Judgement. El resto permanece inédito, a la espera de publicarlos (si no me arrepiento antes) en un mismo volumen. Casi todos son relatos, hay unas pocas poesías y uno de esos relatos, el más extenso (La morte), ha sido convertido casi literalmente en una pieza teatral breve, aún sin estrenar (La última noche), pero de difícil puesta en escena.

Iré publicando algunos en el blog, con la imagen del arcano que los inspiró.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Daniel, espero ansioso las dos decenas que faltan, eso si, para la poesia no me cuentes.

Abrazos, JRG 588